Tres fundadores.

Una visión.

Causar impacto.

Antes de que Pinpoint existiera, los caminos de Ben Grossman, Gilboa Merginger y Nicholas "Nico" Ruggieri se cruzaron en el cambiante y arriesgado mundo del comercio electrónico y el marketing de afiliación.

• Ben y Gil llevaban años construyendo juntos, amigos desde la escuela y vecinos de adultos. Han desarrollado múltiples negocios, desde seguros hasta venta online. Conocidos por su agudo instinto y su capacidad para afrontar un crecimiento bajo presión, habían visto lo que realmente se necesita para llevar una empresa de cero al éxito.
  
• Nico se uniría a ellos más tarde, convirtiéndose rápidamente en una pieza clave. Tuvo un papel decisivo en la creación del sistema de prevención de fraudes y gestión de devoluciones de cargo de la empresa, un sistema que ahorró millones a la empresa.

Los tres trabajaron estrechamente con operadores entre bastidores, uno en particular cuyo talento y perspicacia resultarían fundamentales no sólo en ese momento, sino años más tarde.

Cuando Ben y Gil abandonaron la empresa, todo el equipo -incluido Nico- fue despedido. No hubo un aterrizaje suave, no se trazó un próximo capítulo.

Pero de la incertidumbre surgió una chispa.

En lugar de separarse, los tres decidieron construir algo desde cero, aunando su experiencia colectiva, valores afines y la convicción de que el sector estaba preparado para algo mejor.

Esa chispa se convirtió en un acto de fe.

En esa encrucijada, decidieron no abandonar, sino construir el tipo de empresa que desearían que hubiera existido cuando más la necesitaban.

No se lanzaron como una empresa de pagos, sino como un servicio de prevención de fraudes y devoluciones de cargo, centrado en ayudar a las empresas a protegerse de la misma forma que antes tenían que hacerlo ellas. El manual no era hipotético. Estaba probado.

Pero lo que empezó como un servicio de protección evolucionó rápidamente. Los clientes no sólo querían ayuda para sobrevivir, sino también para crecer. Necesitaban socios que pudieran ofrecer servicios comerciales con la ventaja añadida de conocer el mundo real.

Y eso es exactamente lo que Ben, Gil y Nico aportaron.

A diferencia de los proveedores tradicionales, Pinpoint no nació de la banca. Fue creada por empresarios que habían estado al otro lado de la mesa. Habían sentido el aguijón de los cierres, sobrevivido a oleadas de fraude y aprendido de primera mano lo que se necesita para mantener vivo y en crecimiento un negocio de alto riesgo.

No se dedicaron a los pagos para obtener beneficios.

Lo hicieron porque el sector necesitaba a alguien que lo entendiera desde dentro. Cada fundador aportó algo esencial

Pinpoint ofrece algo más que procesamiento de pagos. Ofrecemos perspectiva. Porque hemos vivido el viaje en el que nuestros clientes se encuentran ahora mismo.

De hecho, de ahí viene la frase "no somos sólo un procesador de pagos, somos un socio de pagos".

Hemos creado el tipo de empresas a las que ahora prestamos servicio. Hemos luchado contra el fraude, hemos impugnado devoluciones de cargo, nos hemos enfrentado al cierre de procesadores y hemos soportado la presión de mantener todo en marcha cuando parecía que las cosas se desmoronaban.

Desde su idea hasta su creación, Pinpoint Payments se ha basado en una cosa: la experiencia.